Debajo de mi almohada oscura vi tu sonrisa, tu sonrisa hipócrita, tu sonrisa negra. Y atormentándome de haberte visto algún día, he pensado desaparecer, desaparecer de tu vida, y buscar algo más humilde; alguien que me pueda brindar verdadera felicidad, alguien que conmigo pueda sufrir, pueda caer, pueda vivir; alguien que conmigo pueda saltar, pueda llorar, de felicidad.
He mirado a mí alrededor y ya me he fijado que todos son como tú. Por qué me has hecho eso? por qué los has dañado? Y, definitivamente te comprendo, tú no lo has querido, el mundo te ha engañado. Qué lamento el no haberte fijado!, el no haberme escuchado; y, definitivamente te comprendo, tu no lo has querido, o no lo has intentado?...
Hipocresía malvada que tanto daño me has hecho, hipocresía fatal de tantos malos ratos. Hipocresía maldita que en todo lugar sueles estar, hipocresía bendita que tanto puedes engañar.
Autor: Wellington M.
He mirado a mí alrededor y ya me he fijado que todos son como tú. Por qué me has hecho eso? por qué los has dañado? Y, definitivamente te comprendo, tú no lo has querido, el mundo te ha engañado. Qué lamento el no haberte fijado!, el no haberme escuchado; y, definitivamente te comprendo, tu no lo has querido, o no lo has intentado?...
Hipocresía malvada que tanto daño me has hecho, hipocresía fatal de tantos malos ratos. Hipocresía maldita que en todo lugar sueles estar, hipocresía bendita que tanto puedes engañar.
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