viernes, enero 13, 2006

Confusión.

Me lastima miserablemente ese pensamiento tuyo, de creer y no saber, de no confiar, de no mirar. Me confunde tu mirada incrédula, de no querer ver lo que trato de hacer, si solo busco ayudarte, si solo ayudo a encontrarte.

Pero es cruel el camino de la exasperación, y mucho más cruel la maldición de creer lo que no es. Y más grave el daño que causas a mi alma, por no sentirte cerca, de observar tu mirada nublada. Pero prefiero pensar que solo es un hecho de confusión, y no la humillación que tanto daña mi alma.

La idea de que algún día vuelvas a ver lo correcto, pero quizás no lo perfecto, que tanto has querido ver; y más bien ver la utopía de tener a tu lado ese ser que te guía, que te habla cada día, que no encuentra salida, la puerta de poder irse y dejarte lamentando la ayuda que le negaste, o quizás que no entendiste que trató solo de ayudarte.


Autor: Wellington M.

2 comentarios:

Baakanit dijo...

"Me lastima miserablemente ese pensamiento tuyo, de creer y no saber, de no confiar, de no mirar. Me confunde tu mirada incrédula, de no querer ver lo que trato de hacer, si solo busco ayudarte, si solo ayudo a encontrarte."

Yo viví en carne propia una situación similar, hay muchas personas que no saben valorar la ayuda que se les brinda, tal vez por la inmadurez, o quizás porque la ceguera no las deja ver que lo que haces lo haces por su bien.

- Well - dijo...

Exactamente, eso mismo trate de expresar ahi en ese momento, lo mal que se siente el que no vean lo que tratas de hacer, de ayudar, etc. Que bueno que alguien pueda entender como se siente uno en dichas circunstancias.