miércoles, marzo 29, 2006

La maquina del tiempo.

La verdad es que a la gente le coge con vainas, ahora a GON se le cogió con esto:

"Si tuvieras una maquinita pa devolver el tiempo, a que TRES (3) momentos volverias? Cambiarias algo??"

1- Bueno, me gustaría volver al momento en que conocí a una persona, hace alrededor de 6 meses, para no hacerla sufrir como una vez lo hice.

2- Me gustaría volver a vivir parte del tiempo que pasé en el liceo donde me gradué de bachiller, cada vez que recuerdo esos maravillosos momentos me causa nostalgia.

3- Me gustaría volver al momento en que perdí la oportunidad de irme a estudiar por 2 años a USA becado, y luego haber vuelto aquí con trabajo seguro y ganando muy bien. Y no me fui por cometer un error. No cometería ese mismo error dos veces.

Eso fue lo primero que me llegóa la mente ahora mismo.

Quien quiera seguir esta "cadenita", que por favor lo haga, si no, pues está bien!.

Mis "25" cosas preferidas.

Estas son las 25 “cosas que más me gustan”. Debo resaltar que aquí faltan muchísimas cosas importantes, pero que no me llegaron a la mente al momento de escribir esto. Gracias a Luima por haberme seleccionado para continuar esta charlatanería, jejejejeje. También debo decir que el orden en el que están colocados estos “gustos” no es precisamente su orden de prioridad o preferencia en mi vida.

1- Leer libros interesantes.
2- Escribir, lo que sea.
3- Oír música, rock en español o ingles preferiblemente, también baladas.
4- Ver TV, sobre todo peliculas buenas, juegos de baseball o buenas comedias.
5- Comer lo que sea.
6- Hablar
7- Cantar, aunque no canto ni M*****, pero me gusta cantar.
8- Pasar tiempo junto con mi novia
9- Conversar sobre temas interesantes con una persona que sepa sobre qué hablar.
10- Jugar softball
11- Jugar domino
12- Gym
13- XXX , jejejeje, ustedes se imaginaran a lo que me refiero!.
14- Manejar mi carro
15- Pasar tiempo y compartir con mis amigos
16- Chatear con personas queridas o interesantes.
17- Dormir mucho, y mucho mejor si es mientras llueve
18- Los resorts, los amo!
19- Los masajes y caricias.
20- La fecha del cobro [Tener dinero]
21- Observar y analizar el mundo y las personas.
22- Mi trabajo, por lo menos el que realizo por ahora.
23-Mi carrera, derecho, creo que nací para eso.
24- Discutir santamente.
25- *El chocolate en todas sus versiones, refresco rojo, el club sándwich, la pizza, el dulce de lo que sea (comestible, claro!), mariscos en todas sus versiones y variedades!. La bandera dominicana, creo que podría almorzar eso los 7 días de la semana durante 365 días y no tendría ningún problema, el pop corn de KFC, el helado, etc etc etc (Ya me harté de escribir!).

Mis seleccionados para seguir con esta vagabundería son:

Blondie: http://johannamelendez.blogspot.com/
Yde: http://inicidencias22.blogspot.com/
Yany: http://girlfromsantiago.blogspot.com/
Kamikam: http://mnightsun.blogspot.com/
Lunatica: http://lunaticosmomentos.blogspot.com/

martes, marzo 28, 2006

Apartarme de los ruidos…

Cada mañana al levantarme me doy cuenta, cada vez más, de lo mucho que aún me queda por decir, por escribir, sufrir; y también ser feliz. Pero la felicidad es muy poca, comparada con los sufrimientos que nos trae la vida, que nos guarda el destino. Cada día podemos vivirlo, a cada instante sentirlo; y no son solo arañazos que rasgan la espalda, sino mas bien cicatrices apagadas, sin ser sanadas, que no logran ocultarse con el tiempo, que por más que quieras no desaparecen, ni se esconden; son sufrimiento eterno.

Al pasar los días uno también quiere que pase el tiempo, o se pare la vida. Uno no se anima a querer caminar despierto, para dejar de ver tantos tropiezos, y no caer con ellos. Las frustraciones ajenas hoy se vuelven parte de mi ser, afectan mis momentos, amargan mi atardecer. Tanto me quisiera deshacer, de las consecuencias y causas, que después de todo nunca se hilarán; ni con el tiempo se amarrarán. Y tantos monumentos en las mentes descuidadas, que reflejan la esencia de tu cuerpo, que transmiten la hipocresía de tus gestos.

Al final de la tarde y al llegar la noche solo quiero apartarme, quizás a otro lado marcharme, y de tantos bochornos ausentarme. No quiero continuar siendo victima de tus instintos, tampoco de tus indicios, mucho menos de tu fastidio. Apartarme de los ruidos ensordecedores de tu humor, también escaparme de tu inmunda profanación, que dirime mi interior; y que ensucian, asquerosamente, mi ilusión.

viernes, marzo 24, 2006

Y por fin he encontrado el camino…

Quiero que esto quede aquí plasmado. Hoy he decidido elegir mi destino, al igual que siempre, pero en un camino diferente. He analizado y observado muchas cosas, me he dado cuenta de que quizás he estado errado. Tiene que haber un cambio, lo exige mi vida, lo exigen mis pasos, los que hasta hoy día he estado dando. He estado pensando en todo lo que ha ido pasando, y ya hasta me he asustado. No quiero ver, luego, llantos; mucho menos desencantos.

He tratado de explicarme a mi mismo qué hago. Pensaba que era algo cierto, algo real, lo mejor en el momento; sin embargo, el escarmiento me ha desarropado, ha destapado la venda, que por mucho tiempo, en mis ojos había estado; ocultando la mirada hacia mis pasos. Si, sé que estoy redundando, pero debo hacerlo, debo recitar por lo que paso. Empecé a hablar no queriendo, y ahora estoy queriendo contener mi llanto.

Las palabras repetidas han invadido mis pensamientos, también se han colado dentro de mis sentimientos, y por eso hoy el día amanece con un aire nuevo. El futuro promisorio lo elijo, siempre y cuando elija bien mi camino, por el cual me guía el instinto; la sospecha, el bienestar, la certeza. Debo dejar una cosa por otra, ya que quizás no sea tan útil, o a lo mejor lo siga siendo, pero en menor relevancia e importancia, y a su debido tiempo.

miércoles, marzo 22, 2006

Las emociones...

"Quien no controla sus emociones tampoco es capaz de controlar su destino."
Well.

No me importa lo que pienses…

Ya pararé de hablar, desistiré de comentar. Sinceramente no sé que será de mí. Ahora solo me dedicaré a sonreír, al ir observando y percibiendo cada una de las ocurrencias, de los actos. Y contemplo el comienzo. Caminas por la vida tan solo pensando en ti, en cada uno de tus inexplicables movimientos, y sin aciertos; por lo menos los vas sintiendo. El horizonte al que te adelantas se inquieta, y parpadea lento. Se siente fríamente tenso.

El inmenso llanto se acerca a mi oído y me susurra: “olvido”, no lo escucho, en el momento no atino. Quizás prefiera hacerme sordo ante los ojos de mi futuro, del inquietante rumbo, del inusitado camino. O a lo mejor quisiera huir, dentro de la misma esfera del azar. Poder viajar, a lo más lejano del descontento, e intrépido momento, y a fin de cuentas poder descansar. El pensamiento puede volar, pero la realidad no se puede abandonar.

Es increíblemente cierto que el camino se va escondiendo, paso a paso, lentamente, como el tiempo. Se escapan las horas y minutos, los segundos son confusos, y el aliento se escurre sigilosamente, con el deseo de estar de un lado, o del otro. Y no saber salir, o no querer seguir. Se vierte sin sentido sobre el instinto y el olvido, dentro del camino, aún no recorrido. No seguir mal gastando el tiempo, él se irá solo, deja que se marche lejos, muy lejos.

martes, marzo 21, 2006

Los restos del naufragio…

Mis ojos sienten derretirse, al mismo instante en el que comienzo a recordar, y con el recuerdo, mi mente a divagar. El escalofrío hoy se ha convertido en mi mejor amigo, me ahorca, me aprieta, y de momentos, para dejarme respirar un poco, me suelta. Se han fundido todas mis fuerzas, y esta inconsistencia ya es fiel amante de mi inconciencia. Derrotado ante la gran pereza, me he confundido; y el martirio también me ha vencido. Tan solo y herido, tan cruel el olvido.

No logro escapar de la inocencia, de esta brutal e irresistible carencia. Y quizás hoy sigo perdido en la espera, contando con los frutos obsoletos de las apariencias. Sorprende a cualquiera, y se extingue en la tierra. Exento de los detalles. Me fijo en la obscura insistencia, y tantas diferencias poco ciertas, y tantas palabras donde quieras. Retrato de un continuo andar, y en pocos pasos regresar, hacia un despiadado desconsuelo, embriagarte del engorroso comienzo.

Como cambia la vida, y gira el destino. Ya hoy no queda ni un solo torbellino de alivio. Las limitaciones se han convertido, al mismo instante, en extensos quejidos, y tormentosos latidos. Como se mueve el mundo, como cambian los pasos. Lo que un día fue no regresará, ni volverá a ser como antaño. Se han derrumbado todos los engaños; los disueltos y confusos plagios de todo el arraigo. Han quedado todos, de una vez y por todas, sosegados y plácidos en la piel de un naufragio.

lunes, marzo 20, 2006

Solo hay arena…

El tiempo pasó, ahora observo tu foto, y solo concibo el claro que en ella quedó. Tan solo queda tu ausencia, la imaginación de tu existencia. Ya se ha expandido, en el viejo recuerdo, todo ese pensamiento, que algún día fue certero, y que muy de pronto se extendió, hasta muy lejos. Tan solo queda el manifiesto, que se mueve verticalmente dentro de un destino, que se ve en el horizonte algo incierto. Aún permanece todo inquieto.

Los caminos quedaron marcados, de hecho hasta las huellas, de los tantos pasos que levemente se fueron pisando. Terminaron destruyendo, y gradualmente desilusionando. Se disolvió todo el encanto, todo el impacto. Fueron desordenándose, todas y cada una de las coordenadas desproporcionadas, de nuestros caminos, de nuestros destinos. Se marcharon juntos, con un mismo propósito, llegar al mismo destino.

Todo ha quedado en el olvido, porque no siempre se debe vivir en el mismo filo, porque no siempre se debe columpiar uno sobre el mismo hilo. El espacio es infinito, al igual que la inmensidad de lo sufrido. La magnitud de lo aprendido es aún más extensa que el rencor de lo inválido. Todo el engaño, la decepción, el disgusto. No me preocupo, hoy de frustraciones no me surto, lo dejé todo enterrado en el zafacón del desprecio, en la profunda y asquerosa pocilga del desengaño.

viernes, marzo 17, 2006

En la orilla del presente…

Los impulsos de la lengua logran dejarme inmóvil, atento, a lo que ocurre a mi alrededor, en mi entorno. Todo es comprensible, mas no así susceptible, de las deliciosas manifestaciones erradas del destino, o de las caldeadas y ensangrentadas manos de la vida. Todos se preguntan al unísono cuál es su camino, a responder atinadamente no aspiro. Todo se encamina y se anima dentro de un sigilo. El mundo se mueve de forma transparentemente brusca, se mueve la historia, camina la ciencia. El ser humano está estático, va en decadencia.

Los fanáticos de las emociones, y de las sensaciones, al final del camino solitario, sonríen tristemente en lamentables ocasiones. Al no encontrar espacio entre ellos, al no quedar ni un solo regazo. Está incompleto su ánimo, se escapa de sus manos, se disuelve en sus labios. Esa sensación radiante de amargura, frustración y locura. Se envuelven inconscientemente en los mareos del desconcierto, en el desquiciado e incierto desconsuelo.

Por el camino se escurre lento, ese deseo voraz de escapar muy lejos. De sentirse tristemente acompañado, por lo menos. Ya no logra constatar sus pasos, se han desvanecido con el tiempo, con el curso de los años. Toda la tensión de cada detracción, no tiene ninguna emoción. Por lo menos una ilusión, se percibe en su interior. Se agotó todo el sabor indeseado, y vehemente, de tantas mentes impacientes. Tantos pensamientos incoherentes.

Autor: Wellington M.

jueves, marzo 16, 2006

Podría perder el control…

Existe algo que engrandece tu ser, toda tu persona, y es tu humildad. El hecho de tener cuanto tengas, poseer todo lo que quieras, toda riqueza, no te regala la apreciada grandeza. Solamente, si sabes cómo actuar ante momentos determinados, podrás ir paso a paso alcanzando niveles más altos. Subiendo los pocos pisados, escalones de la magnificencia; generosidad, beneficencia. Esa debe ser la esencia de tu existencia. Las cosas terrenales se quedan en la tierra.

Hoy me siento sorprendido, al ver como ayer me ofendes y hoy a disculparte vienes. Mi sorpresa no es la ofensa, sino ver tu grandeza. Tus disculpas son siempre aceptadas. Sí, siempre y cuando sean sinceras, y bien intencionadas. Y lo sé, te conozco lo suficiente; como para comprender, que dentro de tu mente se esconden tantos pensamientos inertes. Que en momentos imprecisos se manifiestan. No importan, no les des cabida en tu cabeza.

Y tengo la certeza, de que todo será para ti puro logro. Un futuro mejor. Podrías pensar lo peor. Pero no, te has escondido bajo las huellas que te invaden el recuerdo, te has arropado con la manta de la aceptación. Te has recostado detrás de la orilla sincera del trato, de los buenos ratos. Que bueno que te sientes bien contigo mismo, que ya no sientes remordimientos. Ya todo ese pensamiento hueco se marchó muy lejos. Espero que no regrese, cuento con que no lo dejes.

Autor: Wellington M.

miércoles, marzo 15, 2006

La influencia de la ira…

Sinceramente hay que descargar la ira, la constante rabia, ante personas putrefactas, que se pierden en lo más absurdo y ridículo de los hechos. De los suyos. De los otros. Constantemente, vivo delirando ante situaciones complejamente acomplejadas; ante las miserias de seres villanamente crueles, que ofuscan sus mentes, quizás inteligentemente, o peor aún, la llevan a otra vertiente.

Inexplicablemente el engaño invade el área, la circunda por completo. No queda más que un aliento de miedo, que se expande a lo lejos, que se vierte por completo en el tiempo. Y las ganas han quedado sosegadas. Después de las palabras, del incomprensible empeño, por dejar ver un destello poco sincero. Y el humor hoy se encuentra rezagado, atrasado inútilmente, en el pasado que ya se fue, y que nada ha dejado.

Entiendo perfectamente el contexto, mas no así lo apruebo. Observo iluso los movimientos, las llamadas contracciones, la supresión sin ningún hálito de razón. Tan solo aguantar la respiración, y callar toda emoción, que se enjuga brutalmente dentro de la mente, que se encuentra acaloradamente en el corazón. Después de toda observación. Sentado, esperando la solución. Se sabe que no llegará. No tienen ningún tipo de reparación. Conclusión.

Autor: Wellington M.

martes, marzo 14, 2006

Malas intenciones…

Te crees el mejor de todos tus colegas, los que como tú, piensan en sus mentes manchadas que son el último sorbo de agua en el desierto. Que hay que asirlos a un pedestal. Vanagloriarte de todos tus insultos, ultrajes, vilipendios y malos tratos. La mentira de la vida te tiene mal engañado, pareces ciego, o no interesado, a ver más delante de tu camino, avizorar más allá del destino de tus instintos.

No me importa lo que pienses, sin dudas, no me interesa ya. Tus palabras y actos borrascosos se me pierden entre arrumacos y amabilidad. Tanta honestidad y transparente humildad que te dedicas en publicar; sin embargo, a cada instante, ese hecho no me hace percibir más que mentiras. Quizás sean los momentos frustrantes de la vida, los que te tienen malhumorado, y que han hecho de tus días nada más que una cruel cobardía.

Ojala y de ti se escape esa ira maldita, que te hace enloquecer, que te impulsa desde el infierno a la vida. Ojala y no me insultes con tu envidia, la que me mira con cara de engaño, y te hace un rey de avaricias. Espero que te escapes de la agonía, te marches lejos de toda inmundicia; que nada bueno deja a tus reflejos de un ser sincero. Bienvenido a la vida, donde hay personas mejores, y otras peores. Donde queda de todo, y de todo nada. Donde te crees todo, y a la vez, no eres nada.

Autor: Wellington M.

lunes, marzo 13, 2006

Y no poder salir…


Sin duda alguna, para mí no eres buena amiga, eres una fiel traidora. Con cada acto lo demuestras cobardemente, volátilmente. No sé por qué me preocupo, si desde hace tiempo ya te conozco, mas no me acostumbro, siempre recaigo en lo absorto. Comúnmente trato de creerme en otro mundo, pero voy sin rumbo, sin camino fijo, dando tumbos. Eres en momentos tan desquiciante, insuperable, y en tantos otros, arrogante. Que incoherente disparate, el que cada momento de mis actos haces.

Doy vueltas, mareado, dentro mi propio espacio, no calculado. Voy sintiéndome pesado con cada paso, de uno más de tus presagios. Ellos no me ayudan, no me fortalecen, más bien me desvanecen, desaparecen, y mi corazón envejece. Tampoco al alma fortalecen. Lógicamente hacerlo no puede, es tan grande la fuerza, y el poder con que nos miente, que en ella creemos ciegamente. Que inteligente, que indiferente.

Es un pasadizo secreto, del cual no existen llaves ni salidas, mas que al infierno del mismo cielo. Mientras tanto, trato de sobre vivir a esta muerte de la vida, defunción inoportuna del destino mismo. Con la caja material del ser despierto, adjunto a tu instinto, a tu ser; es tu signo. Quizás alguna vez me creí exento. Hoy me doy cuenta que escapar de ella no puedo. Me tiene envenenado sin pócima, y vivo muerto, pero despierto.

Autor: Wellington M.

viernes, marzo 10, 2006

Mi teoría de la relatividad.

Muchas veces pienso, y digo, que en la vida todo es relativo. Cada vez más lo confirmo. Hay un sin número de bases demostrativas de esto. Por ejemplo, lo que para una persona es una cosa, para la otra no, y el ser humano siempre vive sumergido en la errónea idea de pensar que lo que él en sí mismo piensa o considera, sobre una cosa en particular, debe ser igual para otro; mas no exactamente la realidad es así, y por que? Porque todavía no comprendemos que el ser humano de por sí es totalmente diferente e individual el uno del otro, por más características parecidas o semejantes que tengan unos y otros.

Tan solo estoy mencionando uno, de tantos ejemplos y variables existentes en nuestro universo. Sobre la relatividad a la que me refiero, es a esa relatividad de “lo que es para uno rojo, para el otro quizás sea azul, o negro, o blanco, o sencillamente incoloro”. Esa relatividad que muchas personas deberían comenzar a respetar, y no simplemente encasillarse y concentrarse en emitir juicios de valor, sin fundamentos. Juicios sobre personas, quizás mucho menos erradas que ellos. Personas que creen que todo lo saben, que “nunca se equivocan”, y que son los únicos que poseen la verdad.

Existen tantas personas prejuiciosas, por el simple hecho de que yo no esté de acuerdo con lo que ellas piensan, o por el hecho de que yo vea las cosas desde mi punto de vista, a mi manera, y no como ellas. Siempre me he preguntado cuándo comenzaremos no a dar la razón, sino a prestarla, ya que en un instante puedo tenerla yo, y en cualquier momento otro. De modo que, la razón varía de persona en persona, de mente en mente, de individuo a individuo. Muchas personas lo deberíamos comenzar a entender.

Autor: Wellington M.

miércoles, marzo 08, 2006

Gracias!...

Tengo tantas cosas que agradecer en mi vida, empezando por la propia vida. Sin duda alguna que el Todo Poderoso siempre me ha manifestado su gran bondad, y gracia. En todo momento. Con cada suspiro de mi ser, y aliento. Siempre me ha gustado ser agradecido, hasta por lo más mínimo. Por lo más insignificante, que he tenido, y que he debido. Considero que no hay nada mejor que vivir la vida siempre agradecido de las cosas buenas, así como también de las cosas vanas. De estas aprendes, aunque no te sirvan para nada. No vivir con frustraciones, ya que la vida te trae sorpresas en racimos y manadas.

Porque de cada cosa se aprende en la vida, porque por cada suceso hay que agradecer, ya sea a la naturaleza, a alguien en específico, o a la vida misma. Hay muchas personas que pasan por ella, tan solo viviendo, disfrutando de cada momento que le regala la misma, antojándose de cada cosa, y cuando las obtienen, ni a dar las gracias se animan. Es algo un tanto mal agradecido el ser humano, es muy descuidado al valorar cada paso.

Y quiero aprovechar la oportunidad para poner en práctica mis palabras, ser ejemplo y partícipe de mi relato. Agradezco infinitamente a ese ser omnipotente que me guía cada día, que visualiza mis pasos y pone mis pies donde deben ir. A todas esas personas que siempre tienen para mí un consejo sabio, sino un consejo sin malicia, lleno de buenas intenciones y esperanzas. A todas aquellas personas que de alguna u otra forma han hecho que hoy día sea yo mejor persona, mejor individuo, mejor amigo, mejor ser humano. A esas personas que siempre han estado ahí para mí en los momentos más necesitados, y en los menos también. Personas que han regalado a mi vida, a mis recuerdos, momentos de mucho agrado, de muchos halagos. Aquellos que de una u otra forma me han dañado, porque de todas esas fallas he aprendido, he caído, y me he levantado. Todas esas personas que me han obsequiado momentos inolvidables y maravillosos en mis pocos años. A todos aquellos que confían en mi, aunque los haya defraudado. Muchísimas gracias a todos esos que leen mis escritos a diario, que me siguen, que observan cuidadosamente mis pasos, a esos le tengo gran admiración y afecto, para mí son un especial regalo. Son tantas las personas a las cuales les debo mi gratitud y reconocimiento. A esos a quienes aquí he olvidado, saben que los tengo presente en un lugar muy resguardado. Quiero terminar diciendo que para mí es mucho más que un placer en mi camino haberlos encontrado, siempre ha sido de gran agrado. Solo espero que después de esta vida nos encontremos en otro lado.

Autor: Wellington M.

martes, marzo 07, 2006

Si la primera mirada es lo que vale…

A cada instante me doy cuenta de tantas cosas. Ya muchas personas deben estar cansadas de todo lo que digo, y quizás ya deben estar pensando que soy un tanto extraño, que de algo nuevo me tengo que dar cuenta a diario. Sin embargo, los que piensan así son mucho más raros, mucho más cobardes, los peores ignorantes. Porque el ser humano que, por lo menos, no se pregunta algo nuevo cada día, no analiza la vida, ni los días, no tiene espíritu de vida. Entonces me pregunto, para qué existir si no nos motivaremos a descubrir, y extraer nuevas preocupaciones, y conjeturas, de nuestro diario vivir?.

Por ejemplo, me he dado cuenta de que si todos los seres humanos fuéramos ciegos, seríamos más felices. Sí, quizás suene ridículo, tal vez muy ilógico, pero no nos imaginamos todas las miradas de envidia, miradas maliciosas, hipócritas, que nos evitaríamos, y que de encima nos quitaríamos. Si careciésemos de vista no nos perderíamos de mucho, pues aunque “la primera mirada es lo que vale”, la misma vida nos ha enseñado que “la apariencia no es sincera”, y sobre esto, en demasía, ya hemos hablado.

Insistentemente le busco la razón a mi teoría de la “oscuridad”, y les aseguro que razones hay de sobra. Pues a cada paso que doy voy mirando, y escudriñando, esas miradas sarcásticas, miradas fúnebres, que buscan con cada aliento de su presa, devorarla, y quitarle sin piedad su alma. Pero lamentablemente mi llamado está algo retrasado. Es demasiado tarde, para cambiar lo que desde antaño no ha cambiado.

Autor: Wellington M.

lunes, marzo 06, 2006

El camino del exceso…

Tantas veces la misma existencia, la misma vida, se nos interpone en nuestro camino. Las circunstancias se confabulan para que algo no se lleve a cabo, o sencillamente, se logre lo deseado. Quizás muchas personas no se han preguntado, cómo puede ser posible que al mismo tiempo que piensas hacer algo, otra cosa suceda; haciéndote quedar mal parado. Sencillamente es algo que tiene su explicación, pero a la vez es muy confuso. No pretendo encontrarle solución a esta ecuación, sinceramente no.

Es increíble como la vida se encarga de poner trabas en tu camino, cuando ella misma no desea que materialices algún deseo, o que finalices algún intento. Es tan impredecible ese hecho, el mismo de tú querer, anteponer, y obedecer, a la naturaleza de tu ser, y que luego ella misma se encargue de hacerte retroceder. Quizás nadie lo pueda comprender, es algo que va más allá de nuestros ojos, de nuestro cuerpo, del inmenso mundo; es algo sobre natural, que nos lleva el subconsciente al más allá, y luego, de repente, lo trae de vuelta más acá.

Y esta es tan solo una más de las tantas complicaciones de la existencia humana, de la vida, del paquete que viene con la sorpresas del mundo, del destino, el que supuestamente, elaboramos nosotros mismos.

Autor: Wellington M.

viernes, marzo 03, 2006

Los placeres de la pobreza…

Tantas personas existen en el mundo, con tanta desdicha, con tanta miseria. Económica o de cualquiera, no importa, de todos modos es pobreza. Cuantas personas en el mundo carente de tantas cosas. Económicas o no, materiales o de otras. Que diferente se visualiza la vida desde unos ojos tristes, sin comer al anochecer, llenos de sed, sedientos de fe. Y es que no es para menos, pues el mundo no les deja más que eso. Viven en un mundo asquerosamente mísero, donde la riqueza individual es lo primero.

Que fastidio, el ver de un lado del mundo, cómo mueren personas a diario, producto de la falta de ayuda, y de atención, sin embargo, vemos cómo del otro lado solo crece la ambición, el deseo por la superación. Llegar a posiciones tan deseadas, y ansiadas. Enriquecer sus manos, de monedas con valor penitenciario. Todo resulta tan extraño, cuando caminas, y ves que la vida te pasa por el frente de diversas maneras, y que a unos les deja tan buenas cosas, mientras que otros, al pasar de esta, lloran.

Que mundo tan desgarrante en el que hoy vivimos, donde la burguesía se pasea a muy buen ritmo, viendo a los hijos de la miseria palidecer, al ser mendigos. Ahuyentándolos con látigos de indolencia, de insensibilidad, de indiferencia. Por eso es que los maldigo. No se dan cuenta de que lo que hoy tienen, en este momento, en este mismo instante, puede perderse y disolverse en el aire. No imaginan lo fácil que es, poseer ahora todo, y en un segundo nada tener.

Autor: Wellington M.

jueves, marzo 02, 2006

No tengo remedio, ni lo quiero tener…

Después de que tengo uso de la razón, y utilizo de mejor forma mi conciencia, me he preguntado con insistencia, por qué sigues a una persona que no conoces, que no has visto, mas que por medios de comunicación; que tan solo sabes de ella su nombre, y de su bandera el color. Me sigo preguntando cómo pueden ser capaces tantas personas de asistir constantemente, o espaciadamente, a un lugar donde se habla de verdad, de amor al prójimo, y gloria; donde se expande el amor al ser humano internamente, pero que se deja de percibir desde que se pasean externamente. Cómo puedes hablar con un ser todo-poderoso, cuando todavía no has podido hablar bien contigo mismo, cuando no sabes ni siquiera que harás con tu destino; cuando sales a la calle, te piden dinero, y cortas los ojos a cada mendigo. Sinceramente, no me explico.

Solo me limito a pensar, y a reírme a carcajadas internamente, de ver tanta gente hablando de pobreza, hablando de malicia, y hablando de miserias; sin embargo, son ellos los primeros miserables, los primeros maliciosos, los primeros detestables. Me da rabia el ver tantas personas siguiendo los pasos, llenos de malas intenciones, de los defensores del pueblo; de las voces de los necesitados en los edificios agigantados y llenos de cortinajes. Da lástima, más que pena, el hecho de ver cómo caminan detrás de ellos en las calles, tan solo en busca de unas monedas de hipocresía, tan solo en acechanza de algún puesto frágil, y precipitable con el tiempo. Que lástima, que aún con todos los hechos acaecidos en el transcurso del tiempo, no se den cuenta; que lo que haya en sus cabezas sea tan solo riquezas, no para provecho de muchos, sino tan solo de algunos.

Continúo con la sorpresa de ver cómo, supuestamente, existen tantas personas buenas dentro de tantas piedras. Me sorprende aún más la firmeza con que siguen a quien los ciega. Es increíble lo abominable que se ven sus figuras farsantes, dando las paces y sonriendo, con cara hilarante. Que lástima da saber que después de tantas cosas en el pasado, después de las disculpas de sus más altos renombrados, aún sigan en pie de una supuesta fe. Fe en una persona o varias, que no sabes si son peores que tú. Fe en alguien que no sabes qué piensa, o dice, cuando ya estás afuera. Fe en alguien que, cuando era más joven, hizo peores cosas, y se sintió mucho mejor que tú haciéndolas. Que ahora se “arrepiente”, que ahora se “aflige”. Pero más lamentable es aún, que a fin de cuentas, cuando ya no quede nadie, cuando ya no haya nada, el único desolado, engañado, y estafado, podrías ser tú.

Autor: Wellington M.

miércoles, marzo 01, 2006

Aún nos quedan cosas por decir, y no hablas…

Estoy pensando en no escribir nada, mientras escribo estas líneas. Tan solo pienso quedarme callado mientras escucho tantas cosas que amargan mis pensamientos, que invaden mis sentimientos, que me quitan todo el deseo. Mientras escribo estas líneas tan solo me concentro en plasmar mis pensamientos, y de hacerlo de una forma sincera, honesta, certera. Aunque quizás a fin de cuentas no lo parezca. sin duda alguna, considero que es mucho mejor tener el alma limpia que el corazón destrozado, por tantas barbaries cometidas internamente dentro de los actos, por tantas maquinaciones subliminales que el mismo pensamiento hace, por tantos hechos y fracasos tan ciertos como los mismos momentos. Siempre he pensado que el silencio podría ser mi mejor amigo, a veces lo busco, a veces lo encuentro. Escucho tantas cosas, me ocurren tantas otras, que ante el grito irónico de la vida, mejor callo. Me trago mis desagradables palabras, que tanto daño me hacen, quizás no solo a mí, sino también a otras tantas partes.
Ahora mismo estoy tan pensativo, imaginando cómo seria todo si yo fuera mudo, o lo mismo, si yo fuera ciego. También me pregunto cómo sería todo si mi corazón fuese de piedra, aunque ya creo que lo es, o por lo menos de barro, que va endureciendo con el tiempo, al mismo tiempo que endurece en las manos que lo va moldeando. El ser humano es tan maldito, tan impredecible, y a la vez tan predecible; tan inconsciente y muchas veces tan incoherente, tan incomprensible, y tan incongruente. Siempre me lo he preguntado, en tantos momentos sobre esto he pensado. Y sé que nunca encontraré las respuestas, o por lo menos una de ellas, sobre estas inquietudes, de eso estoy totalmente seguro. Pero por lo menos lo he intentado, algo que debería hacer mucha gente, en vez de hacer otras cosas, como Yo. El mundo es pequeño, y da tantas vueltas, no imaginamos cuantas!... Pero pienso, siempre lo he hecho, que a final de cuentas todas las fichas caen sobre la mesa, toman su lugar preciso, todo cae por su propio peso. El mundo da muchas vueltas, lo que hoy pensamos que es, mañana es diferente, o peor aun, no está, se escapó de nosotros, se fue lejos, o mejor aun... llegó de regreso.
Yo hoy me siento bien, en cierto sentido, porque mi conciencia, a pesar de todo, está tranquila, porque sé que tengo virtudes y defectos, porque sé que soy una de las peores personas que existen en este mundo, pero a la vez una de las mejores, al igual que muchas otras más. Hoy me siento tranquilo, a pesar de todo, porque sé que nuevamente caeré pero sabré levantarme, porque ya he aprendido, porque ya he sufrido, desagradables momentos en demasía he vivido. Algunas personas también deberían comprender, y revisarse ante de todo, mucho antes de mirar con ojos aniquiladores y punzantes a otros, y cuidar su enojo. Tantas personas deberían, ante todo, auto-analizarse y comprender que la vida es un desastre, y no tratar de auto-deshacernos cuanto antes. Conozco muchas personas, muchas personas sanas, muchas más llenas de malicia, avaricia, codicia y envidia; que viven su vida al filo de la misma, pero acaso alguien cree que eso a mi me importa, un carajo me importa!.. Lo mismo que a cualquiera le importa las cosas que menos les importan.

Reflexion: Te das cuenta lo que es capaz de escribir una persona, que en principio no deseaba hacerlo?... Así es la vida, así es el ser humano, tan impredecible, tan incomprensible, así mismo soy yo, un ser humano, igual que tú.
Autor: Wellington M.