Amistad?.. Quizás…

Tantas caras sonrientes he visto al pasar de los días, tantas caras sublimes, tantas caras felices; que me han hecho sentir que la vida y la amistad es tan solo un rasguño de felicidad, que es tan solo una pizca de eternidad; tórridamente especial, inverosímilmente esencial. Sin embargo, me he percatado de las sonrisas sin sentido y putrefactas que ahogan el ambiente en el que he departido con algunos seres, con algunos fantasmas amigables; de las gracias y créditos futuramente retraídos por las consecuencias de la sinceridad, por el disturbio de la sociedad; por la maldad, la insanidad.

Tantas caras brillantes ante la ayuda de la necesidad, ante el compañerismo veraz y total, que siempre se compuso, quizás en mi mente distraída, quizás en mis pensamientos ilusos; por no ver la cruda verdad, la morbosa realidad, que a lo lejano siempre ha de llegar.

Tanto tiempo guardando atributos del silencio en las mentes banales de simples seres terrenales, tanto tiempo tratando de ayudar al bandido corrupto del ego maldito, a crecer, a volar, a vivir, a matar. Pero sincero el tiempo que pasa, que al final del triste y oscuro laberinto permite ver la preciosa verdad; ver el brillo de la bondad, la honestidad, en los rostros de personas que no son como otros; tan malditos y fugases, tan crepúsculos e infames.

Autor: Wellington M.