martes, febrero 28, 2006

Destellos de magia entre los besos de la traición…

Después de haber caminado tanto, haber disipado mi mente, mi vista, y mis lamentos, escucho en silencio todo el tropiezo ausente de mi cuerpo. De mis latidos y mis deseos. Todos mis sueños se han vuelto ciertos. Desde aquel momento, en donde me doy cuenta de tu verdad y la mía, en donde percibo con una sonrisa fingida, tu malicia, tu inmundicia, tu codicia. Aun después de tanto tiempo, tantos momentos de ensueños, persiste el lamento interno, de las lágrimas nauseabundas y voraces, del insolente quejido, inerte y volátil.

Hoy te miro con cara de desprecio, solo me has mostrado ser un plagio en envase de veneno. Tan solo algo incierto, desbordante desprecio. Hoy el cielo quizás esté inquieto, por los segundos que se han ido inútilmente, por el tiempo perdido tan brutalmente. Y aun ausente se queda latente, esa audacia con la que te inviertes, con la que te conviertes en un cadáver más de las circunstancias. Aun espero que con la distancia, sepas sobrevivir, y a pesar del devenir de lo sincero, puedas subsistir.

Finalmente, porque no quiero seguir malgastando mi tiempo en ti. Quiero decirte que aun hay tiempo. Puedes dejar de ser infeliz, y fácilmente elegir, entre tu existencia y la ausencia, entre el malestar o la esencia, de un camino desierto, o de una senda mojada. No queda más remedio, que al marcharme a lo lejos, ver tu desangrante aliento, tu desagradable llanto, y tu incongruente desencanto.

Autor: Wellington M.

jueves, febrero 23, 2006

Amanecí con los puños bien cerrados…

Maldita rabia la que siento dentro de mi ser, quizás no suele parecer, lo que ves; no!, no lo es. Que odiosa furia se apodera de mi alma, de mis pasos acalorados, de mis humores agigantados. Maldiciones en cadena entran en estos momentos a mi cabeza, hoy tan histérica, tan insatisfecha. Tan solo mi cuerpo sabe a donde me lleva, no así mi conciencia, esta no sabe ni de ella. Se perdió, se apartó, se extravió, o más bien huyó. Al mirarme con ojos espantosos, al sentirse rabiosa y con disgusto.

Enardecido me encuentro en estos momentos, estoy que no puedo, lo intento y no acierto. La mala hora ha llegado a mi puta vida, a mis tristes días, espantosa ira. Infructuosa la intención de mis pasos, adelantar y apartar el llanto, caminar y no observar al lado. Devolverme quizás unos cuantos pasos, intentando a la vez contener los lamentos ocasionados. La histeria homogénea me golpea las entrañas, hoy me acompaña, y mucho me daña. Y no llega el maldito fin, o la jodida sentencia, y encontrar mi esencia, reubicar mi existencia.

Todo el encanto se apartó con el ánimo. Hoy no tengo un hálito de esto, no me queda nada, ni lo encuentro. El momento en este tiempo es tan incierto, pero a la vez certero, y tan manifiesto. Esto que siento se esparce lento dentro de mi cuerpo, se siente extraño, pero lo acepto. No me aflijo pero sí me inmuto, ante el desorientado lamento, ante el insospechado desierto. Aun así, espero que a lo lejos, no escapen las fuerzas ni el entendimiento; que queden lamentos humildemente sinceros, y se esfumen los remordimientos.

Autor: Wellington M.

miércoles, febrero 22, 2006

El tiempo y la distancia no son todo para mí…

Y pensar que anoche en mis sueños hablábamos. Recordar tu sonrisa a lo lejos. Es tan certero, tantas veces cierto. Hoy siento que me aferro a tu recuerdo, a tu destierro. Desisto velozmente en el intento, pero vives felizmente en mi presente, aun ausente. De tantos momentos concretos, hoy ya no tengo ni un centímetro de remordimiento. No me siento con las ganas de gritarle al tiempo, mucho menos al cielo, porque ya me ha absuelto. No tengo miedo.

He analizado que debo rebuscar, entre el viejo cajón de la honestidad, y de la verdad, mi sinceridad. Verte partir quizás, llorando mi alma y mis sentimientos en soledad, con brusquedad, y tanta bondad. Es lo que tengo en mi nuevo amanecer, en mi atardecer, y triste anochecer. Al verte caer, me precipito yo al mismo tiempo. Caigo vencido por el desconsuelo, de una razón que no tengo, de un sueño obscurecido a lo lejos, por momentos tenso.

Hoy grita el ánimo enloquecedor de mi vida, pero calla la verdad, y la autoestima. Ante tu sincera partida, ante la realidad de la vida. Mas no te preocupes, yo estaré aquí aguardando. Divisando el sonriente paisaje. Disfrutando de la sonrisa de la vida, que me sigue cada día, con su mirada triste y fría. Que con cada aliento me desanima. Estaré aquí aguardando tu regreso, observando tu sigilosa llegada, tan esperada, tan ansiada. Hoy ya no sufro porque no estabas.

Autor: Wellington M.

martes, febrero 21, 2006

Buscando entre las sombras…

Hoy, tendido en el suelo, miro hasta el cielo. Ciego por la obscuridad de la sombra del día. Frágil y enloquecedor. Frustrado, Desmejorado. Triste, cansado. Aquí, recostado en la niebla que tiñe el suelo de reproches estoy. Abrumado por tantas noches. Entregado, y con brazos abiertos hacia el norte. Cansado, pero esperanzado de volver a reencontrar mi horizonte. No quiero pensar en nada, tan solo deseo que esta obscuridad no empañe mi cara. Solo busco las estrellas, que cada noche me acompañan. Mis amigas intimas, las mejores; esas que puedo sentir todos los días, que no me engañan.

Aquí, desplegado en el inmenso suelo. Sobre el aguado llanto. Sobre la persistente ira, y el desangrado desánimo. Sobre la amargura, y el insolente descaro. Todo el desgano, inunda mi alma, y abate mi espanto. Se escurre lánguidamente. Se disuelve en el espacio. Y ante las estruendosas miradas, y el verosímil, pero silencioso desaliento, se derrama en el viento. Se confunde en mi espacio, en el tiempo.

Existen tantas cosas en qué pensar, entre las cuales mi mente divagar. Pienso, mientras sigo aquí tumbado. Tanto tiempo que malgastar. Tantos momentos que analizar. Hoy pretendo rectificar, no quedarme aquí rezagado, petrificado. Dejar que se escurra el encanto, mientras brilla sobre mí esta luz abrumadora. Siento como cambia de sabor la amargura, y este momento se torna en frágil dulzura.

“Buscando entre las sombras
Voy sin rumbo hacia la luz
Con la mente desnutrida
Y cegado por mi destino” E.B.


Autor: Wellington M.

El Poema de los Números. Por Blondie, Edelvalle, DrLacxos, Kamikam y Well.

Blondie Una vez escribio esto:

Por 1 beso de tu boca 2 caricias te daría 3 abrazos que demuestran 4 veces mi alegría y en la 5º sinfonía de mi 6º pensamiento 7 veces te diría las 8 letras de un ''te quiero'' porque 9 veces por ti vivo y 10 veces por ti muero...

Kamikan luego escribio:

... y 11 veces por ti vuelvo, para en 12 meses nuevos ó quizás un 13º , 14 veces querernos, como apasionados 15 añeros, que pierden la cordura un abril 16, con 17 oraciones en el templo de tu piel enciendo 18 candelabros al santo de tus labios (19 si contamos el fuego de tus manos) que 20 poemas de amor regaló a mis hambrientos labios...

Blondie luego volvio a escribir:

.... 21 primaveras han pasado ante mis ojos y 22 noches hemos estado juntos porque 23 caricias me regalaste aquella noche eterna del 24 de diciembre en que 25 veces nos demostramos nuestro amor de 26 formas diferentes, en la habitacion numero 27 de quel 28º piso, en el que 29 besos ardientes deshojaron las 30 rosas que estaban sobre mi cuerpo...

"E" del Valle siguio el coro:

...Cada segundo recuerdo aquel 31 de diciembre, donde solo nos hacian compañia aquellas 32 fresas hundidas en el syrop de chocolate y 33 canciones que hacian de esas 34 horas juntos las horas mas dulces y divertidas de nuestras vidas; no dejo de pensar en los 35 bombillos alrededor de el espejo, aquel espejo que era lo unico que iluminaba nuestros cuerpos mientras el brassier sizes 36B caia de mi cuerpo quitando de tu imaginacion aquellas 37 formas que habias imaginado de mi cuerpo, un cuerpo que durante 38 minutos disfruto de el placer de ser amada, y que no deja de sentir y pensar las 39 veces que de tus labios salia un te quiero...(31 sabores en tu pecho, 32 estaciones del tren a través de tu espalda, un recorrido de 33 versos, a 34 segundos al sur del ecuador que separa nuestras almas. 35 peregrinos errantes, en el ombligo donde anide durante 36 tempestades. Pondré el 37 mañana al despertarme, seguro hablaran de los 38 heridos resultantes, del intento de robo de la bóveda 39 del banco de tus sueños, que con mis 40 ladrones mordiscos intente llevarme.) kamikam... vals version...

El Dr Lacxos continua...:

...mas de 40 dias y 41 noches fueron las que pasé cuando lejos estuvimos, 42 cartas enviandas con el mismo escrito que 43 veces pensé solo en mi habitación, mientras en el cielo volaban 44 hermosas gaviotas, te imaginaba a mi lado y por mas de 45 minutos repetia tu nombre casi mas de 46 mil veces, 47 oportunidades tuve de llamarte y en 48 horas de aquellos largos dos dias 49 "te necesito" que salian de mi boca en lo que fueron muy pocos, porque pueden pasar 49 centurias y por mas de 50 mil años repetiré que
Te Amo.....

Well les sigue...

... 60 veces he pensado que estoy loco por tu amor, ya que cada noche, 61 veces te presentas en mis sueños, y aunque 62 más intente sacarte de ellos, 63 veces luego me lo niego. Y es que 64 sueños que tenga no serán suficientes para no olvidarte; 65 veces más tendré que recordarte, y nuevamente ir tras de ti, a buscarte. 66 lamentos he lanzado al viento desde tu partida, y 67 veces el pensamiento y el recuerdo ha vuelto a golpear sobre la herida. Y aunque trate en mis días, 68 veces no pensarte, en 69 momentos más vuelvo a recordarte, mientras 70 veces por segundos mi corazón por ti late...

lunes, febrero 20, 2006

Si no das un paso, te estancas…

Con la mirada fija. Ante el desconsuelo. Hoy no suelo lograr lo que antaño juraría. Con el cuerpo frío, ante la sonrisa sucia, y miserable, de la vida. Con tanto desgano. Tanto desánimo. Mi vista solo se escurre, por los espacios gigantescos del oriente, del incierto horizonte. La luz que en el atardecer, lentamente, se esconde. Frecuentemente. Se va desvaneciendo, poco a poco, del mismo modo que me siento yo. Va cambiando. Ladeándose. Cayéndose. Sin rumbo.

Esas nubes grises. Grotescas, y pálidas. Que predicen el desconsuelo, que maldicen lo eterno. La brisa desolada y seca, aun remoja mi cara, ensucia mis ganas. Siento tanto murmullo a mi alrededor, mas no escucho nada, no me importa nada. Miradas confusas, tratando de dar con la realidad, adivinar mi paradero, divisar mi sendero. No lo descubren. No lo saben. Los miro sin mirar nada. No observo. No hablo. No siento nada.

Aun persiste. Siento las ganas desgarradas. Alguien le infundió sutil, pero grave, puñalada. Hoy destrozada, tan fría, amargada. Los escalofríos invaden tan fuertemente mi ser. Mi cuerpo completo. Me asusto. No se que hacer. Ahora siento que voy a desvanecer, que me perderé entre la bruma, entre el ocaso, y el occidente. Siento que me muevo en el viento sin peso. Percibo que mi cuerpo es incierto. Ausente, en este momento tan certero. Tristemente sincero.

Autor: Wellington M.

viernes, febrero 17, 2006

Como un laberinto de incertidumbres…

En un laberinto de incertidumbres, con la mente enmarañada, y la memoria bloqueada, me encuentro en estos momentos. Tan solo con la taza de café a mi lado, un paño de lágrimas, y mis recuerdos añejados. La libreta de apuntes, que por tanto tiempo en mi bolsillo me ha acompañado, la que tantos recuerdos gratos, en secreto ha guardado. Estoy silente, observando al frente, al cielo nublado que marea mi vista, carcome mis sentidos, y sensaciones al filo. Por qué tan agrio? Por qué tan extraño? La memoria me traiciona, o prefiero dejar los pensamientos a un lado? Por qué no me bastan las horas en las que anduve delirando? Que anduve vagando.

Por qué lo sucedido me estorba? Por qué la magia no importa? No recuerdo que alguna vez a un lado quisiera ver, o al otro, y así palidecer. Sin palabras, como si aun viviera el instante que ya desfalleció, el que ya se extinguió; aquel que al mar, solitario, se precipitó. Como un extraño, bajo la coraza de un alma empedernida, y palidecida, por la liviandad de sus ritos y cultos, por la acechanza de sus bromas y disgustos. Y no suelo encontrar la llave del camino, la que abre la puerta del futuro, que me guíe a mi final y sus frutos. Cabizbajo, con cierto disgusto, sufro, mas conscientemente no lucho. Prefiero dejar que las razones escapen, quizás maltratar los corazones, quizás alivianar las pasiones. Son tantas sensaciones, tantas razones; para quedarme sentado, y no enfrascarme más hacia ningún lado.

Hoy no sé si empeñarme en lo marchitado, en el fracaso, o sumergirme y agotarme en lo real, lo actualizado. Aun continúo preguntándome sobre el deceso, sobre el tropiezo. Las respuestas no se ven, ni a lo lejos. Quizás ya no las quiero. De pronto me dejo inhalar, por la brisa del mundo que pasa de repente, por mi frente, y oculta todo lo que debo ver diferente. Quizás hoy, involuntariamente, me mantengo inerte. Prefiero dejar todo a la suerte. A final de cuentas, me sentiré aliviado. Ya no más momentos de rechazos, de fracasos, ni regazos. A final de cuentas, todo quedará en su mismo lugar. Nadie habrá tocado nada. Todo quedará intacto.

Autor: Wellington M.

jueves, febrero 16, 2006

Otras cartas a un Amigo.

Querido Amigo:

Te escribo este regalo porque es el más económico y el más heavy para llegar a tu sencillez. Y mucho más en tus 18, además de que tú me regalas en mis días, sí, tu Amistad. El que siempre haya compartido contigo es el mejor regalo que tengo todos los octubres. En este día de tu cumpleaños las barreras se harán más pequeñas para saltar, porque has crecido más y al paso del tiempo te has conocido más, y te has convencido de que lo puedes lograr. A pesar de tus triunfos y fracasos, virtudes y pecados, has sabido ser tú; y ser original, ser mierda, ser Willie. Te deseo todo lo mejor que pueda existir y que alcances.

“Nuestra amistad ha permanecido, no porque el tiempo transcurra, sino porque hemos querido que permanezca”. Forever.

Ángel Linares – 08/06/2000



“Las horas pasan como los días, como las noches, como los años”.

“las personas pasan como los conocidos, como los compañeros, como las chicas”.

Las cosas pasan, la vida, la muerte, el mundo, las religiones, las guerras, pero las almas sumergidas en la sinceridad y el amor desinteresado no. Nuestra amistad no.”

Ángel Linares – 10/02/2002

miércoles, febrero 15, 2006

Carta a un Amigo.

Hoy quiero dedicar un post especialmente a un hermano, una persona sumamente esencial en mi vida, que me ha acompañado a lo largo de ella, una persona que ha sabido estar conmigo en todos los momentos, que nunca me ha traicionado, que nunca me ha fallado. El es Ángel Linares, mi mejor amigo, mi yo en otro lado. Llevamos alrededor de 20 años conociéndonos (Tengo 23 años y él 25). Debajo les dejo una carta que él me escribió en el año 1999; y que, rebuscando dentro de mis papeles importantes guardados, en estos días la encontré, junto a varias más que quizás les muestre a ustedes por esta misma vía en un futuro.

Carta a un amigo.

Tu rostro se manifiesta triste cuando piensas que no existes o no quisieras. La verosimilitud de la vida. La paciencia de tu conciencia. Inocencia de tu mentira. Los ojos de tu soledad, tus rasgos de inconformidad. Pensamientos amargantes y las manos de la traición que siempre te saludan.

Arcano indescifrable de tu vida. Que vive oculto bajo la sombra de tu cuerpo. Que callas a tus palabras futuristas. Que andas como un barco a la deriva.

Amigo, querido Amigo.

Civiles farsantes que marcan tu pasado. Amores fascinantes que miras con agrado. Espera con ansiedad la llegada del destino y que el Nilo inunde tu pasado. Tú que bailas en tus regaños. Que sufres tu alegría.

Amigo, querido Amigo.

Solo debes pensar que la vida es un sueño, y que nos despertaremos en la mañana.

Y también recuerda…

Que tienes una bella rosa en el agua de tus labios, y que…

Tienes un Amigo de verdad, tu escritor, tu pregunta y tu respuesta.

Somos las dos caras de la moneda. Y que el futuro será la bella poesía que siempre quisiste escribir.

Angel Linares – 02/03/1999.

“5 extraños hábitos mios.”

Blondie me eligió, y no soy NEO (The matrix), para este jueguito; así que indicaré mis 5 extraños hábitos. A ver si me recuerdo.

1- Me muerdo las uñas de vez en cuando, y las mastico, pero las escupo luego.

2- El periódico siempre comienzo a hojearlo de atrás para alante.

3- Sin darme cuenta a veces tengo la boca abierta. (Diablos! tengo que corregirme eso.)

4- Me entro siempre las camisas por los pantaloncillos, en vez de los pantalones.

5- Cada vez que llevo algo puesto, brazalete en la muñeca, anillo, cadena, o algo así, siempre me aferro a esto y creo que es algún amuleto de la buena suerte que tengo.

Esto es un juego. Y como juego, tiene reglas: El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título “5 extraños hábitos tuyos” (o algo parecido). Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog, a propósito de sus hábitos extraños, deben también indicar claramente este reglamento. Al final, debes escoger 5 nuevas personas y añadir el link de su blog o diario web. No olvides dejar un comentario en su blog o diario webdiciendo :“Has sido elegido” y ruegas que lean el tuyo.

Yo eligo a:

yde: http://inicidencias22.blogspot.com/
girlfromsantiago: http://girlfromsantiago.blogspot.com/
kamikam: http://mnightsun.blogspot.com/
remedios kaseros: http://asopaito.blogspot.com/
queenyvette: http://queenyvette.blogspot.com/

Que la pasen bonito.

martes, febrero 14, 2006

Proyecto de Ley por el Día del Amor.

Yo estoy pensando en la idea (seriamente) de enviar un proyecto de ley al congreso, para que el día de San Valentín en vez de ser un día “comercial” se oficialice como un día del verdadero amor, para que en este día en vez de ir a laborar desde tempranito en la mañana o ir a tomar clases en la universidad, invertir tiempo en cosas del día a día, entre otras más, aprovechemos este día y hagamos el amor!... Sí!, hagamos amor de verdad; pasemos el día con nuestras parejas, los que no tienen parejas que la pasen conversando con sus amistades, pero quienes hoy día disfrutan del fruto del amor puedan compartirlo el día completo, sin inhibiciones ni remordimientos.

Que el día de hoy todo el mundo se encuentre debajo de un techo haciendo cositas bonitas, dándose besos y caricias en demasía, mordiscos, arañazos, manotazos y hasta nalgadas. Que el día de hoy sobren los besos, las miradas, los deseos, las palabras tiernas y de cariño.

Este es mi mayor deseo para un día como el de hoy. Tu me apoyas?...

Autor: Wellington M.

En el día del Amor y la Amistad.

Hoy quiero dedicar algo especial a todos mis lectores, no acostumbro a postear cosas ajenas, pero les dejaré algo ajeno acá para que lo disfruten y lo internalicen al igual que yo.

Buen provecho. Well.

NO CREO en el "amor" a primera vista ni en "creer en alguien" en muy poco tiempo, CREO en hablar el mismo idioma, en la comodidad de estar cerca, en conexiones de energía, como los ríos que se unen en un mismo curso.

NO CREO en el amor de hoy prometido para toda la vida, CREO en el respeto y en la sinceridad, y en el amor maduro que nos deja espacio para crecer juntos.

CREO en el amor que dos deciden, en el amor que nos da la gana de compartirlo sin presiones y sin exigencias, NO CREO en esfuerzos "unilaterales" para lograr ser amados.

NO CREO en amar sufriendo, CREO en amar con armonía. En que el amor es más y nunca menos. En el "te quiero" sin porqué.

NO CREO en amores que cortan, en amores que frenan, CREO en las relaciones que nos apoyan en los malos momentos, que leen la mirada, que sonríen con el alma, que están.

NO CREO en callarse por no dañar, CREO en la comunicación como la mejor vía para construir, coincidir y decidir.

CREO en la naturaleza del fluir y coincidir. En el estar centrados para escuchar hasta dónde podemos llegar.

CREO en la absoluta sinceridad al decir "te amo" y también al decir "me voy". CREO en que la vida la construimos nosotros y CREO en la frase que dice: "La vida es 10% lo que nos sucede y 90% cómo reaccionamos ante ello", y lo único que nos puede asegurar que así sea, es tener la valentía de enfrentarla sin miedos en el presente ya que el mañana podría no estar.

CREO completa y ciegamente en el amor puro, integro, incondicional, cálido; ése que es tan profundo, como sensación, como belleza, como entrega, que en esencia no se diferencia del maternal, del fraternal, de la amistad, del de pareja.

CREO que debemos asegurarnos cómo lo hacemos llegar, porque nos toca puntos distintos, pero al final es uno solo el que está en nosotros como consecuencia de tener mente, emoción, sentimientos y corazón.

Autor: Desconocido.

lunes, febrero 13, 2006

Espera a que sople el viento a favor…

Hoy me senté a pensar. Puse mi mente a recapacitar. Sobre la base de tantos fracasos; acerca de tantos naufragios. Me he dado cuenta de que ya no puedo más, quizás prefiera quedarme aquí sentando, no moverme a ningún lado, y dejar todo escapar despacio. No tengo fuerzas, siento gran pereza, porque hoy a toda mi alma la arropa una gran tristeza. Hasta siento vergüenza, quizás de mí mismo, o tal vez de la secuela; la que he llevado a cabo hasta hoy día, la que seguirá vigente aun en mi ausencia.

Hoy me senté a llorar. Añorando el pasado que en el tiempo se disolvió. Quizás deba hacer algo mejor, levantarme y dar un paso, o dar dos, y de nuevo caer. A lo mejor conmigo estoy siendo cruel; pero no, es solo la vida que me ha maltratado, que ha contagiado todo mi ser.

Hoy me senté y recapacité. Hoy me dispongo a salir hacia delante, y no me importa caer; me levantaré y limpiaré mis pies. Pisaré luego muy fuerte, si me precipito nuevamente al suelo, va a desvanecer. Ahora pretendo ser más fuerte, más consciente, consistente. Los días son nuevos y los pensamientos más frescos. Ahora suelo ser más paciente, me siento, no me muevo. Ahora tengo valor. Sin miedo a la traición. Tan solo espero a que sople el viento a favor.

Autor: Wellington M.

viernes, febrero 10, 2006

¡Silencio! he oído un rumor…

Por qué tratas de imaginar lo que pienso? Adivinar lo que hago? Decirme lo que es correcto?... Es que acaso no te das cuenta de que mis actos son mucho más que los tuyos, sinceros? Que van aún mucho más lejos? Que son muestras de agradecimiento?... Dejaré de prestar atención a lo que dices, a lo que haces. Te ignoraré y seguiré mi camino, y me verás muy distante; luego con el tiempo, sabrás los momentos que botaste. Me recordarás como una persona cobarde, pero me da lo mismo, ya que para mi eres un inmenso desastre, tan grave desaire; jamás tendrás la suficiente moral para recriminarme.

Crees que acaso me importa mucho lo que con tu vida hagas? O piensas, que cada día en la mañana me levanto buscando tu mirada?... No, no te lo imagines, en ti no pierdo ni mi tiempo, ni mi calma. Ni un segundo de mis días, quisiera yo alguna vez malgastar escuchando tus palabras. Son tan solo migajas; nocivas, infestadas. La experiencia ahora queda tachada. Me olvido, me escapo, y sobrevivo en el intento; o creías que ya habría muerto? No, no lo creas… recuerda que tú y yo no somos iguales; yo soy honesto, tengo coraje; tú no, tú tan solo eres un asqueroso y ruin cobarde.

Sabes qué? Ya no me interesa seguir hiriendo tus alardes, blasfemando tus achaques, esos que te hacen perder y emborracharte; que a lo lento, logran que te fundas en la ruina, y en el desastre. Prefiero huir sigiloso, de tu frente y tu mirar tan tenebroso, apestoso. Irme lejos de tu andar apoteósico, y escapar a lo más lejano del extraño olvido… ilógico.

Autor: Wellington M.

jueves, febrero 09, 2006

La caída pierde altura momento a momento…

No te veo, te percibo, te presiento. La caída pierde altura momento a momento, y en tus manos siento que caigo lento, hasta el suelo. No me sueltas, aunque a veces quisiera, desearía, que lo hicieras. El vacío es un tanto seco, tibio, templado, y lleno de desconciertos; y el ventarrón que se expande aun más tenso, algo denso. La caída va perdiendo altura por momentos, aun cuando noto que tu esencia me huele a desconsuelo. Lo incierto aumenta, a medida que me muevo gradualmente, dentro del espacio en el que caigo precipitadamente.

Muchas veces pienso que no te tengo, pero aun así muchas cosas de ti obtengo. Momentos buenos y lúcidos, momentos amargos; de soledad, de fracasos. Aunque no solo los momentos vanos son achacados a tu memoria, a tu trato; sino también, todos aquellos instantes donde la felicidad conmigo compartes. En momentos en que el silencio se profundiza, el sentimiento se eriza y las sensaciones no cicatrizan, ahí te tengo; dándome sabiduría y valor, para entender lo cierto, para seguir adelante, y no quedarme petrificado, quieto.

Y hoy quiero que sepas, que de una forma u otra yo te comprendo, y es que estás tan lejos. A veces no lo creo, por más que yo intento. Y hoy quiero que entiendas que mis pensamientos y mis sueños ya no están tan lejos de ocultar tu existencia, toda tu beneficencia; a pesar de toda maldita ciencia, que quiera opacar tu presencia; en este lado o el otro, vea tu rostro o no te vea, siempre vagaré contigo en mi mente y mi cabeza, por donde sea.

Autor: Wellington M.

miércoles, febrero 08, 2006

El silencio no es tiempo perdido…

Así reza la canción, y te lo digo de corazón, el silencio en el espacio aporta más de miles de minutos de gracia y felicidad. Cada momento en silencio no solo es de paz y confianza sino también de honestidad, inusitada proeza, y de sagacidad. Sí, aunque no lo creas, el silencio no es tiempo perdido, y no lo digo por instinto, te lo juro, lo he vivido.

Si no me crees, tan solo piensa. Cuánto tiempo has perdido revolcándote en palabras sin sentido? en un párrafo insolente y atrevido? sin destino?... Cuántos momentos has amarrado? a lo corto, a lo largo, de una conversación tan cálida, y profunda en tu subconsciente; y tan miserable, y tan carente de esencia, en tu presente.

Por eso hoy te pido que no pierdas tiempo, que tan solo hagas silencio, en aquellos tantos momentos en los que insinúas que moras en el cielo. Todos esos momentos que encaminas al fracaso, al destierro, de un trato sincero.

Autor: Wellington M.

martes, febrero 07, 2006

Cayendo lento, despacio…

Camino por la calle solo y vacío, ella está igual que yo. La brisa del desencanto golpea fuertemente mi cara, con venganza, con tanta furia. Y es tan grave el desconcierto, que ni al lado observo, camino mudo y quieto, y con cada paso desvarío. Es que no concibo cómo en un instante se vuelve todo nada, cómo de un suspiro me arrancan hasta el alma. Es solo desafío?... Quizás tan solo instinto?. Y es que ya no existo, para mirar atrás, o a un lado.

Me detengo, sigo caminando. Aun no puedo creer, mucho menos resignarme, a lo que estoy viendo, lo que estoy viviendo, por lo que estoy pasando. Quiero recostarme, encontrar una pared inmensa, que sostenga toda la carga, con mucha firmeza; no me deje caer de repente, y se extinga mi existencia.

Me paseo ofuscado, tratando de encontrar algún viejo adagio, que invada mi espacio, que estorbe mi ánimo. Miro hacia el suelo, veo opaco mi reflejo, que a lo lejos se disipa en el cielo. Volteo hacia el borde y el ámbito se torna sosegado, mientras voy cayendo lento, despacio.

Autor: Wellington M.

Tantas cosas…

Hay tantas cosas que sentir, y nada que decir. Por tu trato, por todo el espacio que me has dejado; que hoy me levanto sin un centavo de ánimo, sin dos cheles de risa, pero con millones de descaro, ya que todo lo que se apodera de mi ser en este momento es melancolía. Quizás dormí extremadamente bien, sin movimientos bruscos en mi cama, sin soñar que al vacío estaba cayendo en momentos, sin ver tu sonrisa irónica en mis sueños. Quizás tan solo sea un pretexto, para quedarte aquí haciéndome sufrir, o para alejarte y dejar la puerta junta, pensando tu mente borrascosa, que algún día devuelta podrás venir.

Hay tantos momentos que olvidar, no querer volver a vivir, no desear jamás poder resistir, querer sentir. Tantos recuerdos y olvidos, tanto maltrato y momentos amargos. No quisiera nuevamente abrir los ojos, y ver la claridad, y que tiña mi vista, que inunde mi cara. Mejor podría quedarme dormido, volver al sueño abismal, que envuelve mis sentidos.

Mi conciencia, mi imaginación, mi memoria. Nada vale en este absurdo instante, en este momento que se expande, como el soplo, la corriente, que a cada momento la circunstancia esparce. No queda nada en la evocación de la desolación, nada aun en el movimiento externo, ausente, incierto, de la aflicción.

Autor: Wellington M.

viernes, febrero 03, 2006

La apariencia no es sincera II …

Tengo que seguir, continuar la saga, porque la vida continúa, rompiendo almas, rompiendo caras, cuerpos y entrañas, tan vilmente, sutilmente. Cada día al levantarme encuentro un acertijo más en mi camino, una duda quizás. No me interesan respuestas, las veo a cada segundo, las vivo a cada minuto, de verdad qué vergüenza!. Sinceramente no entiendo, no encuentro razones, lógicas, mágicas, que me hagan saber el por qué de tanto engaño, el por qué de los malos tratos, a tantos corazones buenos, y afligidos; vencidos, y hoy dolidos.

Me detengo, y observo cómo te dedicas a pintar de color blanco lo que es color opaco, tan solo por ser un payaso más, del circo de tu vida, de la carpa de tu mundo. Y no sabes que eres tan impuro, al lanzar hacia el aire una pelota más, quizás tu cabeza se maltrate, cuando ésta caiga por su peso, por la gravedad.

Perdidamente busco, el camino a la certeza, quizás una mente abierta, que dé respuestas a mi inocencia. Tantas personas hoy sin esencia, marchitan el andar de los errantes, que van cada día delante en busca de triste realidad. Quizás no es más que inmoralidad, la que ensucia su mente de apestosa iniquidad. Que empañan los ánimos, y las ganas de surgir, o resurgir; en vez de cada instante a su lado sucumbir.
Autor: Wellington M.

jueves, febrero 02, 2006

La apariencia no es sincera I...

Cada día trato de encontrar una explicación, una respuesta certera a tu corazón, ese que tapado, deja ver cosas que no son. Que la apariencia no es sincera, que cada día tuyo es tan solo una ilusión. Que cada momento vivido es fracaso, es horroroso, es puro dolor. Deberías tratar de ser mejor, quizás cambiar tu forma de vivir en el tiempo, hablando, escuchando, sonriendo sinceramente, y no vagar de mal a peor. Deberías encontrar una explicación, a ese modo tan aburrido de elegir, y servir; con sonrisa hipócrita, y mediocridad devota.

Que extraño cada vez que me hablas, y sonríes con mímicas incompresibles, que no me dicen nada, que nada expresan, ni tu agonía. Que insolencia el tú darme la mano, si tan solo imaginas que estás asiendo un palo; que tan solo me ves con ojos de descaro, deseando en lo más profundo de tu ser cometer uno más de tus agravios. Y cada pisada tuya es tan profunda, y derrite tanto el firme suelo, que hoy ya se ha convertido en tu más aterrador espejo, ese que no te mantiene quieto.

Sé que algún día encontrarás la respuesta a mis preguntas, y no sabrás con ellas qué hacer. Algún día te sentarás a pensar por qué siempre has sido tan solo un cortinaje; enmarañando aventuras, encantos y decepciones; todas las desilusiones, que moran dentro de tu ser. Algún día me verás y querrás saludarme, y apretar aquella mano, esa que algún día rechazaste, pero que hoy ya no ves.

Autor: Wellington M.

miércoles, febrero 01, 2006

Que me motiva?...

Me motivan a escribir día a día tantas personas malvadas de mente, podridas de actos, que nublan las calles con acechanzas y maldades a grandes voces. Me causa tanta rabia, tanto disgusto, todo el sin sabor y el mal gusto que me regala cada tipo de acto nocivo; tanto a la mente como al alma. Y ya que no puedo esperar más, tan solo me dedico a plasmar en papel digital o papel artificial lo que veo, escucho, y siento. Y es que no es para menos, ya que no puedo explotar, ya que no puedo volar, a una tierra lejana, donde no haya más que bondad, calidad humana, completamente paz y felicidad.

Me motiva a escribir a cada instante todos esos momentos amargos de la vida intrínseca, tanto de mi persona, como de tantas personas; conocidas o anónimas, que vagan en los laberintos disecos de la vida, del destino, o del olvido. Que cada día buscan, o por lo menos se interesan, en encontrar un rayito de luz y felicidad en sus vidas, en su personalidad. También me motivan aquellas que se dedican tan solo a derrotar las batallas luchadas y ganadas, o por lo menos intentadas, a cada instante por personas de orgullo, de honor, de bien, valientes; de honra y pudor.

Me motiva a escribir tanto la vida que pasa por mi frente cada segundo de la misma, como también el hecho de que algún día ya se irá de mi vista. Son tantas cosas las que existen en el mundo, las que veo en cada sonrisa, en cada malicia; que se convierten sin una duda, en una pieza más del rompecabezas, que nunca sabré como termina. Pero es bueno el sentimiento al final de cada rima, cada consonancia, cada verso libre; pues a fin de cuentas tengo que entender que no cambio nada, solo mi vida; que nada se arreglará tan solo la vida, quizás algún día, pero cuando esto pase probablemente yo no viva.

Autor: Wellington M.