Una Entrevista Con El Diablo.

Anoche me paseé por el infierno, y tuve la oportunidad de conocer directo y en vivo, en persona, a El Diablo. El mismo Sr. Lucifer del que todos hablan barbaridades, cosas espantosas, tenebrosas, y sin piedad. Con un aspecto extraño y tosco él mismo me abrió la puerta de su “humilde” morada en las cavernas del Infierno; donde el viento fresco del lugar se escurre por todas y cada una de las ventanillas que le rodean, y por donde todas las miradas de los que yacen habitando dentro de ese infausto lugar divisan la llegada de cada uno de sus nuevos huéspedes.

El Sr. Lucifer cordialmente me invitó a pasar a su despacho, allí había un librero labrado en caoba centenaria, muy fino, con detalles preciosos. Habían muchos libros, me llamó mucho la atención saber de qué trataban. Las paredes estaban llenas de cuadros, pinturas exquisitas, eran como retratos de la vida que ocupamos hoy día, monumentos que ya conocemos, lugares muy visitados por nosotros, los seres humanos, y que llaman mucho la atención.

No me detuve a contemplar más nada, no me interesaba tanto, me importaba más realizar las preguntas que quería hacer, cuyas respuestas siempre me habían llamado la atención buscar, y las cuales se habían escondido por años en mi vida, sin tener un lugar fijo para ocultarse.

Well: Sr. Lucifer, para mí es un placer conocerle, siempre había querido hacerle las preguntas que me apresto a realizarle en este momento. Espero que no se sienta aturdido o saturado por las mismas, me gustaría que entienda mi curiosidad.

Lucifer: No te preocupes hijo mío, ya sé de antemano todas las preguntas que me harás, así que las respuestas las tengo preparadas para ti desde antes que llegaras.

Well: Ah si?!... Pues a ver, si en realidad sabe lo que le iba a preguntar, y si en verdad puede leer el pensamiento, dígame, qué me está afectando el ánimo ahora mismo?

Lucifer: A ti te afecta el ánimo hasta lo más insignificante, a veces. Pero si hablamos de la actualidad, te puedo decir que deberías de dejar de preocuparte por personas que no lo hacen por ti, y que cuando lo hacen tan solo es por el momento, o por beneficio propio. Deberías de hacer a un lado a tantas personas mal agradecidas, que nada aportan a tu vida. También a todas aquellas personas que estuvieron alguna vez contigo, aportaron momentos buenos, y agradables, quizás también inolvidables, pero que hoy solo te corrompen, y se burlan de tus pensamientos, de tus sentimientos. Trata de entender que el mundo en el que vives hay demasiada malicia, demasiados mentirosos e hipócritas. Tú deberías de preocuparte por ser feliz y hacer feliz a quien esté contigo en el momento, ojalá y esa persona lo pueda aprovechar y que puedan obtener la felicidad juntos, y compartirla entre ambos.

Tú deberías ser más tú y menos el otro, tú deberías pensar más en ti y un poquito menos en los otros. Olvidarte un poco del bienestar de los demás y darle más importancia al tuyo. No hacer caso a tantas personas envidiosas que te rodean, que tan solo desean que tropieces para ir a recoger de inmediato las migajas que dejes caer. Olvidarte de muchas cosas, y darle más importancia y tener más presente muchas otras, las que realmente lo merecen.

Well: Pero y cómo usted sabe tantas cosas de mi vida?

Continuará...