lunes, agosto 27, 2007

Resurgiendo!...

Un huracán de emociones, sentimentalismos y experiencias encontradas. Un esfuerzo de razones, forzados por encuentros conmovedores, fruto de la causalidad. La infelicidad del instante, mientras se agota el comienzo, resurge el proceso, y me lleva con rumbo fijo a la felicidad, o bien sería a la fatalidad. Sin saberlo aún me sitúo frente a la permanencia y tenue coincidencia de la fiel extrañeza. Y aún cuando me río, y aún sigo sonriendo del recuerdo fortuito, pasando de lo inesperado a la increíble, se torna el ambiente un tanto sensible, pero satisfecho de ver el momento llegar.

Y no queda más recuerdo que el recuerdo, y aún contemplando a lo lejos de la ausencia, me desespera la lentitud del tiempo mientras él mismo me quema. Me arde la mente de tanto creer en lo que puede ser, o quizás parecer; sin embargo, prefiero no palidecer ante el hecho de lo real e inesperado, de lo casual e inusitado, y dejar correr el fortuito placer de querer o no querer.

Y regreso caminando lento, con la calma de la conciencia, y así mismo del alma. Mientras tanto, me concentro en disipar las dudas, deshacerme de las furias y rabias desoladas que un día me dejaron enloquecer. No es cuestión de placer, sino más bien de permanecer. Y mientras nos quedamos un tanto extrañados, aún siendo tan extraños, y de ese mismo modo reímos y disfrutamos.

“Un nuevo día vendrá…”